Analizamos en estas páginas una relación de objetos entregados por los taínos de La Española, y que aparecen reflejados en las cuentas del tesorero de La Española, Cristóbal de Santa Clara, el 10 de abril de 1508 (AGI, Justicia 990, n. 1, pieza 2ª). Dicho documento no se muestra tan extenso ni detallado como el que realizó Cristóbal Colón, entre 1495 y 1496, estudiado por el profesor Ricardo Alegría (1989: 117-136). Sin embargo, tiene el interés de ser poco conocido. Efectivamente, en el apartado de ingresos, se menciona una relación de guanines y ropa de algodón y otras cosas que recibió hasta el 15 de noviembre de 1505 y que fueron los siguientes:
A. 35 hamacas de algodón que restan para cumplimiento de las que están cargadas. En el inventario aparecen numerosos objetos de algodón lo que vuelve a probar el gran desarrollo que tuvo la hilatura en la cultura taína de los tiempos del Descubrimiento. Entre estos objetos de algodón se mencionan estas hamacas, que huelga recordar que ni eran de uso generalizado, sino que estaban restringidas a la élite.
B. Ropa; 133 naguas de algodón, 87 camisas de algodón, 8 medias camisas de algodón, 60 ovillos de algodón hilado; 27 arrobas y 13 libras de algodón en ovillos; 7 alpargates de algodón. Las naguas eran unas faldillas de algodón que usaban las mujeres indígenas (Tejera, 1951: 386-387).
C. 2 redes de pescar para indios. La pesca era una actividad que tuvo una notable importancia en la economía taína, a juzgar por el numeroso utillaje que se ha localizado, e incluso, por las técnicas de conservación del pescado que llegaron a utilizar. El pescado le servía como una importante fuente de proteínas adicionales que completaban su dieta (García Arévalo, 2019: 120). Lo mismo pescaban en la costa, que en los ríos y en los manglares. En el mismo documento del tesorero Santa Clara, se menciona que se encontraron, en un arca de Cristóbal Romero, pertenecientes a Su Majestad, otras dos redes de algodón, una grande y otra pequeña. Sobre estas actividades pesqueras de los taínos de las Antillas puede verse a (Cassá, 1992: 106).
D. 6 pares de hizos de cabuyas; 3 manojos de cabuyas. Se puede entender que se trataba de seis látigos textiles. Concretamente la palabra hizo procede de hiza (sapium lateliflorum) que es un arbol leñoso, originario de ciertas regiones americanas. En la documentación colonial aparece como sinónimo de latigo o rama recia. Así, por ejemplo, en el proceso contra Francisco de Solís se mencionó en varias ocasiones que el taíno Gasparico fue azotado hasta la muerte con un hizo (Mira, 1993: 329 y ss.).
E. 3 maçacos de guanín que pesaron una onza y 3 tomines 6 granos. El guanín era una aleación de cobre, plata y oro traída de tierra firme porque, como es bien sabido, los taínos antillanos desconocían la fundición (Vega, 1987: 44).
F. Una guayça y un yaguey con un rostro de hueso. Se trataba de una máscara, utilizada por los señores y caciques, normalmente realizadas en madera y con incrustaciones de pedrería.
G. 36 duhos de asentar. El duho era una especie de banco o taburete de madera que formaba parte de la vivienda de la élite taína. También se usaba como banco ceremonial y los más lujosos se tallaban en madera de guayacán.
H. un marco y una onza y 4 ochavas y 3 tomines de çibas que se dicen niguey. Estas çibas eran cuentas de pedrería de variados colores (Tejera, 1951: 133). Sin embargo no hemos encontrado una definición aceptable de la palabra niguey.
J. 22 bracas de çibas y yaries en 12 sartas. Estos yaries hemos de interpretarlos como cuentas de oro. Tan sólo se conocía una referencia a la palabra Yari que, según Emiliano Tejera, era una piedra de oro (1951: 443). Hemos de entender que se trataba de collares con piedras de colores y oro.
K. Un cemí de leña con ojos y cataras de oro y una trenza de algodón al pescuezo y otra poca de leña que peso todo 20 pesos y 4 tomines y 6 granos. Se trata de un ídolo indígena que en este caso presenta una factura muy típica, es decir, está labrado en madera y presenta incrustaciones de oro, así como una trenza textil, amarrada al cuello.
H. Otros: 36 barretas; 25 piezas de esclavos de los de la primera guerra de Higüey y Un puñal viejo.
BIBLIOGRAFÍA
ALEGRÍA, Ricardo E.: “Aspecto de la cultura de los indios taínos de las Antillas Mayores en la documentación etno-histórica”, en La Cultura Taína. Madrid, Editorial Turner, 1989, pp. 117-136.
CASSA, Roberto: Los indios de las Antillas. Madrid, Editorial Mapfre, 1992.
GARCÍA ARÉVALO, Manuel: Taínos, arte y Sociedad. Santo Domingo, Banco Popular, 2019.
MIRA CABALLOS, Esteban: “El pleito Diego Colón-Francisco de Solís: el primer proceso por malos tratos a los indios de la Española (1509)”, Anuario de Estudios Americanos, T. L, Nº 2. Sevilla, 1993.
TEJERA, Emiliano: Palabras indígenas de la isla de Santo Domingo. Ciudad Trujillo, Editora del Caribe, 1951, pp. 264-267.
VEGA, Bernardo: Santos, Shamanes y Zemíes. Santo Domingo, Fundación Cultural Dominicana, 1987.
ESTEBAN MIRA CABALLOS
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