
Enrique Martínez Ruiz. «Las flotas de Indias. La revolución que cambió el mundo», Madrid, La Esfera de los Libros, 2022, 543 págs. I.S.B.N.: 978-84-1384-253-0
Se trata de un trabajo de divulgación sobre las Flotas de Indias que surcaron los océanos durante más de tres siglos. El autor, un historiador de una larga trayectoria en la historia moderna de España, se sumerge en la historia de estas flotas que permitieron al imperio Habsburgo interconectar y mantener sus enormes territorios ultramarinos.
El autor no solo analiza las Flotas de Indias sino todo el entramado organizado a su alrededor. Desde las instituciones rectoras del mundo ultramarino, como la Casa de la Contratación o el Consejo de Indias, hasta las fortificaciones de los puertos en los que la flota recalaba. Tienen cabida en este estudio no solo la composición de los convoyes, la financiación, las armadas y las rutas seguidas sino otros aspectos relacionados como los abastos, el comercio, el contrabando, los naufragios, las ferias comerciales o el corsarismo.
Los Habsburgo consiguieron diseñar una estrategia defensiva sostenible, tanto a nivel terrestre como naval. Prueba de que el sistema funcionó es el hecho de que los establecimientos de potencias extranjeras en el territorio americano fuesen mínimos. A nivel terrestre se fortificaron puntos estratégicos, casi todos ubicados en el inabarcable perímetro costero, mientras que la defensa naval corrió a cargo de una quincena de escuadras situadas estratégicamente. Todos colaboraron en la financiación: la Corona, los virreinatos, los concejos, las órdenes militares, así como todos los estratos sociales, desde los nobles a los comerciantes, pasando por la propia minoría morisca hasta su expulsión. No se pudieron evitar sonadas derrotas y saqueos de puertos, pues era imposible predecir dónde y cuándo atacaría el enemigo. Pero los Habsburgo consiguieron mantener lo esencial de su territorio, con pérdidas muy marginales, como la parte noroeste de la Española o Jamaica, y mantener el control de las rutas oceánicas por donde llegaban las remesas de metal precioso.
El sistema de flotas y armadas funcionó aunque tuvo un coste extraordinario: el desabastecimiento y la desprotección de enormes áreas. Unos territorios que solo lograron sobrevivir participando activamente del contrabando, un producto intrínseco al propio sistema monopolístico sevillano. Este monopolio proporcionaba productos europeos a un precio excesivo al tiempo que pagaba precios irrisorios por los productos de la tierra. Por ello, la única forma de aceptarlo sin sufrir un irreparable quebranto fue compaginarlo con el comercio ilegal.
Este sistema de flotas y armadas, estudiado por el Prof. Enrique Martínez, permitió al Imperio Habsburgo mantenerse como potencia hegemónica hasta la Guerra de los Treinta Años y, desde mediados del siglo XVII hasta principios del XIX, como una potencia de segundo orden.
Es un libro muy completo y con una bibliografía bastante actualizada. Sin embargo, el libro no versa solo de las Flotas de Indias sino de todo el entramado naval y comercial del Imperio Habsburgo. Pese a ser indudablemente un buen libro, mi sensación es que no cumple su objetivo; por un lado, no aporta gran cosa al investigador porque no es su objetivo, más allá de sintetizar lo que ya conocemos. Pero, por el otro, tampoco consigue divulgar entre el gran público ya que es una obra demasiado densa y extensa, no apta para lectores noveles. En mi opinión, debió reducir al mínimo el análisis de los aspectos colaterales, como las instituciones, el comercio, el contrabando, las armadas ajenas a las flotas y las fortificaciones y haberse centrado solo en lo que eran estrictamente las Flotas de Indias, su funcionamiento, sus rutas y sus hombres. De esta forma hubiese conseguido un libro más ágil, más breve, más manejable y centrado exclusivamente en la materia objeto de su trabajo.
ESTEBAN MIRA CABALLOS
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