Una buena parte del tesoro de Moctezuma II, abandonado por los hombres de Cortés en la Noche Triste, nunca apareció. Y ello, porque el joven Cuauhtémoc murió sin decir ni una sola palabra sobre su paradero. Pero el resto, quiso la providencia que tampoco lo disfrutaran los saqueadores. El resto se repartió entre las huestes, ascendiendo a 80 pesos … [Leer más...]