El aprendizaje náutico en aquellos tiempos seguía siendo eminentemente práctico, pues no existía una escuela de pilotos ni nada parecido a lo que después será la sevillana Universidad de Mareantes. Había aprendido de manera práctica a usar lo mismo el timón de codaste que la brújula —entonces llamada aguja de marear—, instrumentos esenciales para … [Leer más...]
