Esteban Mira Caballos

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EL GRAN SECRETO DE CRISTÓBAL COLÓN

11:02 por administrador1 3 comentarios

El Descubrimiento de América no fue un hecho aislado sino, como escribió Daniel J. Boorstin, un eslabón más en una larga cadena de avances y descubrimientos ocurridos a lo largo del siglo XV. En la Edad Media había habido una serie de viajes aislados como los que los hermanos Vivaldi emprendieron en 1291. Estos genoveses partieron de esta ciudad para ir a Ifni en Senegal. En 1312 el catalán Lanceloto Mallocello viajó a las islas Canarias. Marco Polo aunque fuera por tierra estaba viajando hasta la China del Gran Kan a fines del siglo XIII.

Sin embargo, al margen de estos precedentes aislados fueron portugueses quienes a lo largo del siglo XV descubrieron toda la costa de Africa, culminando su hazaña cuando Vasco de Gama llegó a la India en 1494. Según Magalhâes Godinho, las causas de esta expansión de los portugueses por África son las siguientes: necesidad de oro, cereales, esclavos tintes, cuero, lacas, expansión de sus pesquerías, devenir de la industria azucarera.

A finales del siglo XV, además de las mejoras técnicas, se superaron algunas fronteras psicológicas que posibilitaron que Cristóbal Colón se planteara la posibilidad de navegar hasta la India por occidente. En la Edad Media se pensaba que la zona tórrida era inhabitable. Pero Gil Eannes en 1434 demostró que esto no era cierto. Colón anotó en su volumen de la Imago Mundi, que se conserva en la Biblioteca Colombina de Sevilla: Terra torrida non est inhabilis. Poco después anotaría el otro elemento clave Terra est rotunda sférica, la tierra es rotundamente esférica. No debemos olvidar que el tema de la esfericidad de la tierra era algo sabido por los astrónomos de la época pero que nunca fue compartida por el común del pueblo, es decir, nunca fue propiedad de multitudes.

Qué duda cabe, que Cristóbal Colón es una de las figuras más controvertidas de toda la Historia de la Humanidad. Realmente de pocos personajes en la historia se han dicho tantas cosas y se ha escrito tanto. La figura de Colón sigue aun hoy envuelta en una gran nebulosa que da pie a las más aguzadas imaginaciones especialmente entre la gente no especializada.  En esta ocasión nos vamos a centrar en el análisis de la teoría del predescubrimiento. Se trata de una idea que se sostuvo desde los mismos contemporáneos de Colón hasta nuestros días: Francisco López de Gómara, Gonzalo Fernández de Oviedo, Luis Zapata de Chaves, Juan de Solorzano Pereira, Bernardo Alderete, Antonio Ballesteros Beretta, Torcuato Luca de Tena, entre otros muchos. Sin embargo, el gran defensor de la tesis del protonauta o predescubridor fue sin duda Juan Manzano, que publicó una monumental obra titulada Colón y su secreto (Madrid, 1989). Contamos con tres grupos de pruebas:

Primero, pruebas legales, como las Capitulaciones de Santa Fe, otorgadas el 17 de abril de 1492, que era el salvoconducto que recibió Colón para llevar a cabo su viaje de descubrimiento. En ellas se habla de las cosas suplicadas y que Vuestra Alteza dan y otorgan a don Cristóbal Colón de lo que HA DESCUBIERTO en los mares océanos… Es sorprendente que aparezca el ha descubierto cuando el Almirante aún no había ido América y, por tanto, no había podido descubrir nada. Se han alegado causas de escaso fundamento como un fallo del copista, lo cual es absurdo pues como ha escrito Juan Manzano pocos documentos se habrán redactado en una Cancillería con el tacto, esmero y cuidado con el que, sin duda, fue redactado en la Corte de los Soberanos Católicos el que ahora es objeto de nuestra atención.  Otra de las razones que se han aducido es la defendida por el profesor Juan Pérez de Tudela que afirma que como son copias de las cancillerías aragonesas ‑es cierto que el original se perdió‑ los escribanos transformaron el va a descubrir por el ha descubierto. Sin embargo, resulta extraño pensar que en unas copias que se suponen fidedignas un escribano real transforme el verbo sobre todo si al final del documento se le estampa la fecha del día real de la Capitulación. Yo creo que hemos de tener más en cuenta un sabio dicho latino que decía que las palabras deben ser interpretadas según su propia significación, de manera que si aparece ha descubierto hemos de pensar, a falta de pruebas más contundentes, que efectivamente había descubierto. Disponemos de otras pruebas legales en las que no vamos a entrar pues sería excesivamente amplio, tan sólo decir que, en la confirmación de oficios, unos días después de la Capitulación, también se hablaba en los mismos términos. Igualmente, en la confirmación de privilegios del 28 de mayo de 1493 se le reconoció su descubrimiento del continente cuando en teoría hasta 1498 no toco en Tierra Firme ni se sabía de su existencia.

Segundo, pruebas historiográficas, pues son muchos los testimonios de personas contemporáneas a Colón que nos dejaron relaciones sobre este navegante anónimo. Empezaremos con el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, autor de la famosa Historia General y Natural de Indias publicada en 1535 quien sostuvo lo siguiente: Quieren decir algunos que una carabela que desde España pasaba por Inglaterra… acaeció que le sobrevinieron tales y tan forzosos tiempos y tan contrarios que hubo de necesidad de correr al Poniente tantos días, que reconoció una o más de las islas de estas partes e Indias… Este volvió muy enfermo a las islas Maderas donde murió en casa de Colón tras confesarle la situación de las nuevas tierras… unos dicen que este maestre o piloto era andaluz, otros le hacen portugués, otros vizcaínos…que esto pasase así o no, ninguno con verdad lo puede afirmar, pero aquesta novela así anda entre la vulgar gente de la manera que es dicho. Para mi yo lo tengo por falso. La tesis de Oviedo está muy clara: todo el mundo lo creía, aunque él no.

Por su parte Francisco López de Gómara, cronista oficial de las Indias, publicó su Historia General de las Indias, en 1552, sosteniendo: Y como tuvo noticia de aquellas nuevas tierras por relación del piloto muerto, informose de hombres leídos sobre lo que decían los antiguos acerca de otras tierras y mundos. La tesis de Gómara es que fue después de recibir la noticia de la existencia de tierras al oeste, de boca del moribundo piloto anónimo, cuando comenzó a leer autores clásicos para intentar justificar la existencia de esas tierras al Oeste.

También el famoso dominico Bartolomé de Las Casas se hizo eco en su Historia de Indias de la teoría del piloto anónimo. Aunque este autor es algo más ambiguo ya que mezcla la tradición indígena del hombre blanco con la tesis del protonauta. Sin embargo, era igual que contundente que los anteriores: según tengo entendido…cuando (el Almirante) determinó buscar un príncipe cristiano que le ayudase e hiciese espalda, ya él tenía certidumbre que había de descubrir tierra y gentes en ellas, como si en ellas personalmente hubiera estado (de lo cual cierto yo dudo).

Por su parte, Hernando Colón, hijo del primer Almirante y autor de una historia de su padre, viendo que no podía ocultar la cuestión del protonauta porque era sobradamente conocida por todos, desvió inteligentemente la atención. Así, habla de otro protonauta llamado Díaz de Tavira que fue de Guinea a la isla Tercera y nunca más volvió. Por tanto, ni regreso para contarlo ni fue a Indias. Existen otros muchos testimonios de personas del siglo XVI que dan por segura la existencia de un protonauta, como Luis Zapata de Chaves, en su obra Carlo famoso (Valencia, Juan Mey, 1566), Juan Suárez de Peralta, o Luis de Castellanos en su famosas Elegías de Varones Ilustres. Torcuato Luca de Tena dio a conocer hace años un poema escrito por fray Bernardino de Ramos O.F.M. en 1573 en la que habla de este protonauta moribundo que informó a Colón de nuevas tierras existentes al oeste. Lo más curioso es que entre los tripulantes de esa pionera expedición cita a Franco Niño, Juan Bermúdez y a Juan de Umbría. Y digo que es curioso porque en la primera expedición colombina hubo un tripulante llamado Francisco Niño -marinero en la Niña- y otros dos llamados Juan Bermúdez y Juan de Umbría. Por ello, sostiene Luca de Tena que Cristóbal Colón no solo llevaba consigo la información personal del protonauta sino también algunos de los marineros que habían estado en esa expedición.

Colón antes de zarpar del puerto de Palos.

Y tercero, prueba geográfica, pues existió la posibilidad real de que algún portugués haciendo la Volta da Mina perdiera el rumbo y llegara a las Antillas. En este sentido, narró Alexander von Humboldt que, en 1731, una barcaza cargada con vinos que hacía la ruta de Tenerife a la Gomera no pudiendo luchar contra los vientos contrarios se abandonó a la corriente y atravesó el Atlántico, aportando a la isla de la Trinidad. Algo parecido le pudo haber ocurrir al piloto anónimo.

En mi opinión es factible la tesis de que, viviendo en las islas Azores, desposado con la portuguesa Isabel de Perestrello, conociese al marino anónimo que había estado en lejanas tierras en occidente y que regresó moribundo. Éste le debió comunicar la noticia al marino genovés antes de morir. Una vez que lo supo, El almirante manipuló todos los datos a su alcance para hacer encajar a la fuerza la existencia de tierras donde le había dicho el piloto anónimo con lo que decían los sabios clásicos. Para ello, y sintetizando lo más posible, realizó dos operaciones:

Una, redujo la tierra en una cuarta parte, al tomar la medida del grado terrestre de Pierre D`Aylli, que equivocadamente había tomado la milla árabe de 4.000 codos como si fuera la itálica que era de 3.000 codos. A esta idea de un Mundo muy reducido, tan sólo defendido por Aylli por equivocación se aferró toda su vida, por lo que en 1503 se podrá permitir decir que   el mundo no es tan grande como dice el vulgo. Y otra, no satisfecho con la reducción del mundo en una cuarta parte, concibió un Asia tremendamente alargada en el Océano al confiar en las cifras de Paolo del Pozzo Toscanelli que, siguiendo a Marino de Tiro, había interpretado mal el “me”, unidad de medida chino, alargando excesivamente Asia a costa del océano. Fue de esta forma como Colón unió el mundo más pequeño posible al Asia más alargada en la inmensidad oceánica. De manera que convirtió las 10.600 millas de distancia entre Europa y Asia en 2.400, con lo que ya estaba en condiciones de decir, como dijo, que Asía y Europa no multum dista. Todo estaba preparado en su mente; la empresa era ya perfectamente factible. Aunque ningún sabio del momento respaldo sus cálculos. El propio Almirante reconocía que todos a una mano lo tenían a burla, salvo los dos frailes que siempre fueron constantes. Se enfrentó a todos los sabios de su época, incluida una comisión de cosmógrafos, que mucho mejor informada que él, estaba segura que ninguna expedición podía alcanzar Asia por occidente. Pero el Almirante, tenía un as guardado en la manga; era, sin duda, su gran secreto.

Virgen de los Milagros de la capilla del convento de La Rábida, ante la que se postró Colón.

Y ¿Quién fue este predescubridor? Pues hace años que suena el nombre de Alonso Sánchez de Huelva, que fue citado por primera vez por Juan López de Velasco en 1574, y posteriormente por otros muchos autores como el padre José de Acosta (1590), Juan de Castellanos (1639), Fernando Pizarro y Orellana, etc. En la Edad Contemporánea lo han dado por cierto la mayor parte de los grandes colombinistas, entre ellos, Emiliano Jos, Manuel Ballesteros Beretta, Francisco Morales Padrón, Torcuato Luca de Tena, Henri Vignaud, Carlos Pereira y, por supuesto, Juan Manzano.     

PARA SABER MÁS

‑JOS, Emiliano: El plan y génesis del Descubrimiento colombino. Valladolid, Cuadernos colombinos, 1979‑80.

-LUCA DE TENA, Torcuato: Los mil y un descubrimientos de América y otros ensayos. Madrid, Ediciones de la Revista de Occidente, 1968.

‑MANZANO MANZANO, Juan: Los Pinzones y el Descubrimiento de América. Madrid, Ediciones de Cultura Hispánica, 1988.

——Colón y su secreto. El predescubrimiento. Madrid, CSIC, 1989.

-TAVIANI, Paolo: Cristóbal Colón. La génesis del gran descubrimiento. Novara, 1982.

ESTEBAN MIRA CABALLOS

Archivado en:Historia de America Etiquetado con:Alonso Sánchez de Huelva, América, Cristóbal Colón, España, Huelva, Isabel la Católica, Palos de la Frontera, Predescubrimiento, protonauta, Toscanelli

Comentarios

  1. Carlos Garaycochea dice

    en 16:13

    Quizá nunca se tenga una comprobación factual de esta hipótesis. Sin embargo, el temperamento audaz, la tenacidad y, sobre todo, el conocimiento de su experiencia de navegante de Colón en ese tiempo, hacen pensar que él hubiera concedido una alta certidumbre a las historias que se contaban o que le contaron sobre tierras lejanas en el poniente. Por cierto, una buena crónica.

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    • Miguel Vargas Chacaltana dice

      en 02:29

      Es obvio que el almirante Colón tuvo que atar cabos producto de su instinto de su experiencia y de su conocimiento en su expertise naval, calculó su nueva ruta oceánica con datos certeros y con osadía de Titán de su convencimiento de que había algo nuevo y paradisíaco se lanzó a su aventura que logró transformar a Europa y al mundo entero, generando un nuevo orden y mestizaje ecuménico.

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  2. Prof. Dantes Ortiz Nuñez dice

    en 21:26

    Dado el carácter de bien fundadas de las obras de Mira Caballos,hay que dispensarle atención no cualquier a este nuevo aporte.
    Gracias desde Santo Domingo

    Responder

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