Recientemente el profesor peruano Carlos Alfonso Villanueva Carvajal me comentó la existencia de un documento, localizado en el Archivo General de Indias, en el que se aludía, por primera vez, al Perú. Tenía vagas referencias por una cita de Miguel Maticorena, pero necesitaba más detalles por lo que me sugirió la posibilidad de que buscase el documento en el Archivo de Indias y publicase algo. De los detalles de lo encontrado él tomaría nota para una investigación mucho más amplia que tenía en curso. Así que me acerqué al repositorio sevillano a localizar y solicitar una copia de dicho documento. Las conclusiones las expongo en estas pocas líneas, que espero sean de interés para los investigadores peruanos y los amantes de la historia de este querido país.
Muy prematuramente sabemos que Pedrarias Dávila, gobernador de Castilla del Oro, mostró su incansable empeño por explorar la ruta de Levante. Ya en 1514 Francisco Becerra entró en contacto con una tierra conocida como el Birú, que se situaba algo más al sur del golfo de San Miguel. En cambio, Garcilaso fechó los primeros contactos entre 1515 y 1516, cuando Vasco Núñez de Balboa entró en contacto con un indígena que dijo llamarse Berú y que vivía en la ribera de un río denominado Pelú (2000: 118-119). Una vez más, en 1522, Pedrarias Dávila envió a la zona a su criado, el vizcaíno Pascual de Andagoya. Se trataba de una persona de su total confianza que había llegado a Castilla del Oro en su gran armada de 1513-1514, como criado del propio gobernador (Mira, 2018: 86-87). La expedición estaba encabezada por el propio Andagoya, junto al veedor Juan García de Montenegro y al tesorero García de Angulo. Navegaron hacia el suroeste, desembarcando en el golfo de San Miguel, como lo narró el propio Andagoya (1986: 110). Encontraron un poblado, Chochama, en la actual frontera sur de Panamá, en el que los nativos le hablaron de un territorio vecino, situado a pocas jornadas de allí, llamado Birú. Era rico en oro, le dijeron, pero también muy peligroso, por la existencia de belicosos guerreros (Mena, 2011: 75). De hecho, le confesaron que cada vez que había luna llena les hacían la guerra, siendo su temor de tal magnitud que no osaban ir a la mar a pescar (Andagoya, 1986: 111). Al parecer, el término “Birú” significaba en la lengua chocó, río, pero aludía a todas las tierras ubicadas al sur de Chochama, ya en el norte de la actual Colombia.
Dado que supuestamente tenían mucho metal precioso, Andagoya y los suyos fueron al encuentro de ellos. En su relación, el propio Pascual de Andagoya escribió que partió de Chochama y que, tras seis o siete días de marcha, llegaron a la provincia del Birú (Andagoya, 1986: 37).
En relación al topónimo Birú que cita Andagoya en su relación hay que aclarar dos cuestiones: Una, que, obviamente, como bien sabemos, no aludía al territorio del Tahuantinsuyo de los incas, ni tampoco al territorio que hoy ocupa el actual estado peruano. El propio Garcilaso explicó que el territorio gobernado por los incas nunca tuvo otro nombre que el de Tahuantinsuyo. En realidad, cabría ubicarlo en la actual frontera entre Panamá y Colombia, al sur del golfo de San Miguel. Y otra, que alude textualmente al topónimo Birú que, a su juicio, se corrompió y le terminaron llamando Pirú (Andagoya, 1986: 112). Sin embargo, los oficiales de la fundición de Panamá, el 23 de julio de 1523, no lo anotaron ya ni como Birú, ni como Pirú, sino directamente como Perú. Se trata de un documento de un extraordinario interés porque es la primera vez que encontramos en un documento ese topónimo PERÚ. Y es importante porque, varios lustros después, dará nombre al virreinato con capital en Lima, y posteriormente a la República del Perú.
Al regreso de esa jornada, concretamente el 23 de julio de 1523, entraron en fundición en Panamá cierto oro que habían traído. El documento, conservado en el Archivo General de Indias, en la sección de Contaduría 1451, fue reproducido por Mario Góngora (1962: 120) y por su interés, lo he vuelto a transcribir de nuevo del original:
“En la dicha ciudad de Panamá, en la dicha Casa de la fundición, a veinte y tres de julio de mil y quinientos y veinte y tres años, en presencia de los dichos oficiales, trajeron a manifestar Pascual de Andagoya, capitán que fue a la provincia de Perú, y Juan Gil de Montenegro que fue por veedor, y García de Angulo, tesorero, cierto oro que dijeron que lo había habido el dicho viaje del Perú, lo cual pesó mil y tres pesos, los cuales se metieron a fundir y salieron fundidos novecientos y noventa y seis pesos de a diecinueve quilates y más un mocador de oro de a veinte quilates que pesó quince pesos y dos tomines, que todo montó trecientos y ochenta y tres mil y ochocientos maravedís, sacados para derecho de fundidor tres mil y ochocientos y treinta y ocho maravedís. Perteneció al quinto setenta y cinco mil y novecientos y noventa y seis maravedís, que recibí yo el dicho tesorero…”
“Sesenta y tres mil y doscientos y cuarenta y tres maravedís por quintos de indios, del mismo viaje a la provincia de Perú y sus comarcas”.
(AGI, Contaduría 1451, fol. 351r. y 577r.).
De este manuscrito se deducen dos cosas en las que, aunque sabidas, quiero insistir: una, parece obvio que Andagoya ni tan siquiera se acercó al Tahuantinsuyo. Toda la tierra situada al sur del golfo de San Miguel, entre la actual Panamá y el norte de Colombia, se conocía como el Birú o Pirú, donde estaban los indígenas chocos, que vivían en un entorno ribereño llamado Birú, que en lengua indígena significaba río. Y ello, independientemente de que en el norte del Tahuantinsuyo, en el área Chimú, había un río que se denominaba Virú, o, al menos, así lo entendieron los españoles. Hay que tener en cuenta que estos nombres se lo plasmación escrita de voces que oyeron los españoles y, por tanto, lo podían escribir indiferentemente con «V» o con «B». Lo cierto es que ese topónimo derivó primero a Pirú e inmediatamente después al de Perú que apareció escrito, por primera vez en la historia, el 23 de julio de 1523. Y me refiero a Perú, con todas las letras, aunque eso sí, sin tilde, porque entonces no se colocaban. Asimismo, Agustín de Zárate, citó directamente que lo descubierto por Andagoya era Perú, y que después se extendió el topónimo a todo el Tahuantinsuyo (2022: 78).
En los años posteriores el nombre se reutilizaría para señalar territorios mucho más al sur que terminaron con coincidir con el territorio de los incas. Ya en el contrato firmado por Pizarro, Almagro y Luque el 10 de marzo de 1526 se mencionan que van al descubrimiento de «las tierras y reinos del Perú». Nuevamente aparece el nombre en la residencia de Pedrarias de 1527, en otros documentos de 1528 y en la capitulación firmada en Toledo, el 26 de julio de 1529, por Francisco Pizarro (Porras, 1951: 25-35). Finalmente, el topónimo se populizaría a partir de la llegada a Sevilla de Hernando Pizarro, en 1534, con una cuantiosa fortuna. A Hernando Pizarro le llamaron ya en esa época el perulero, al decirse públicamente que regresaba del Perú. Desde entonces, y a lo largo de varios siglos, cualquier persona que regresara de las Indias con fortuna se le conoció con este apelativo. De hecho, contaba Bernal Díaz que, en los años 40, la gente llamaba a los indianos que estaban en el entorno de la Corte, es decir, Hernando Pizarro, Hernán Cortés y Nuño de Guzmán, los peruleros enlutados porque iban de negro en duelo por la muerte de la emperatriz (2011: 996). Desde entonces los mismos emigrantes retornados se autodenominaban con orgullo peruleros, es decir, llegados de una tierra casi legendaria, donde las riquezas abundaban.
BIBLIOGRAFÍA
Andagoya, Pascual de: Relación y documentos, ed. De Adrián Blázquez. Madrid, Historia 16, 1986.
Díaz del Castillo, Bernal: Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, Guillermo Seres, ed., Madrid, Real Academia Española, 2011
Garcilaso de la Vega, Inca: Comentarios Reales. Madrid, Castalia, 2000.
Góngora, Mario: Los grupos de conquistadores en Tierra Firme (11509-1530). Fisonomía histórico-social de un tipo de conquista. Santiago, Universidad de Chile, 1962.
Mena García, Carmen: El oro del Darién. Entradas y cabalgadas en la conquista de Tierra Firme (1509-1526). Sevilla, C.S.I.C., 2011.
Mira Caballos, Esteban: Francisco Pizarro. Una nueva visión de la conquista del Perú. Barcelona, Editorial Crítica, 2018.
Porras Barrenechea, Raúl: El nombre de Perú. Lima, 1951.
Zárate, Agustín: Historia del descubrimiento y conquista del Perú, Marta Ortiz Canseco, ed. Madrid, Cátedra, 2022.
ESTEBAN MIRA CABALLOS
Rosario Agustín dice
Fantástico. Muy importante aporte para nosotros los peruanos. Un abrazo fraterno desde esta maravillosa tierra a los padres de la lengua castellana que hoy hablamos en Perú. Saludos hermanos españoles.
Carlos Schiaffino dice
Muy importante tu comentario , debe ser un documento que debe difundirse. Nuestras felicitaciones.
Rafael dice
Muy buena explicación.
El Perú, tierra de «peruleros» para el mundo, las transnacionales que saquean al Perú, son los nuevos peruleros. Quien lo diria. Amen.
Gracias por la información.
León G. dice
Eso es muy cierto
Saludos
Enrique dice
El Perú es saqueado por los propios peruanos.
Antonio dice
Me encantó leer esta investigación, como peruano siempre deseaba saber el orígen, en este caso, el topónimio de Perú. Ahora hablar de «perulero» será como sentir un orgullo pero también una nostalgia.
Jorge Arturo Velarde Tapia dice
En 1534? Debe ser el viaje que Hernándo Pizarro hizo a España llevando el Quinto Real,en ese mismo momento mandaron a Hernándo De Soto a explorar unos territorios un poco lejos,fue entonces que se condenó a muerte al Inca Atahualpa,ambos se habían convertido en grandes amigos del Inca,y siempre velaban por él,al partir De Soto Atahualpa le dijo «Te vas capitán? Me pesa mucho porque éste cojo y este tuerto me quieren matar,se refería al tesorero Riquelme y a Diego de Almagro respectivamente,perulero también les decían a las monedas acuñadas en la cerca de Lima (la teníamos desde 1565) lo sé por haber visto programas culturales españoles,una información muy interesante amigo Esteban,Pascual de Andagoya también pudo haber conquistado el Perú,lo mismo que Vasco Nuñez de Balboa,pero murieron antes de hacer ese viaje
Jimmy Rivera dice
De la misma forma derivó para denominar a la ciudad italiana de Perugia ?
HENRY VEGA dice
PERULEROS, ANTES PERUANOS AHORA. IGUAL SIEMPRE LUCHADORES Y NUNCA DE RODILLAS.
Lucas dice
Interesante, si podrían compartir el texto traducido pero en manuscrito original. Sería un golazo para trabajar fuentes primarias