Luis Gorrochategui en su libro Contra Armada (Barcelona, 2020), desvela todos los detalles del desastroso contraataque inglés de 1589.

Ha sido un acierto por parte de la editorial Crítica la reedición actualizada de esta obra publicada en 2011 a cargo de Luis Gorrochategui, profesor de filosofía, pero con una larga trayectoria en la investigación histórica. Y digo que ha sido acertada por dos motivos: primero, porque la mayoría hemos conocido esta investigación por esta reedición y no por su primera edición que pasó más o menos desapercibida, al menos para el gran público. Y segundo, porque es una investigación muy detallada que arroja luz sobre un episodio casi desconocido por la historiografía en la historia naval y militar de España, como es el caso del fracaso de la Contra Armada inglesa.
La Gran Armada fracasó debido a las circunstancias, entre ellas las inclemencias climáticas que causaron importantes daños a la escuadra. Ello fue aprovechado doblemente por los ingleses:
En primer lugar, lanzando una campaña de propaganda de la supuesta victoria de David frente a Goliat, algo que no se ajustaba a la realidad. Ni la escuadra filipina fue derrotada por la armada inglesa ni el enfrentamiento fue tan desigual. Es más, el propio término de Armada Invencible fue introducido interesadamente por los anglosajones para ponderar su gesta. Asimismo, se perpetuaron ideas falseadas intencionadamente como la inoperancia de los galeones españoles o su escasa potencia artillera. Muy al contrario, los vasos españoles se mostraron recios, tanto que la mayoría consiguió regresar a la Península Ibérica, y su potencia artillera infringió daños de consideración a muchos de los buques enemigos.
Y en segundo lugar, organizando un contraataque, con una fabulosa escuadra, superior a la de la Gran Armada para dañar los intereses del Imperio Habsburgo, al que presuponían desprotegido. Sin embargo, se equivocaron de raíz porque éste distaba mucho de encontrarse indefenso.
La Contra Armada inglesa, capitaneada por Francis Drake y Charles Howard, pretendía un triple objetivo: uno, destruir los buques supervivientes de la campaña de Inglaterra que estaban siendo reparados en puertos como Santander. Dos, atacar Lisboa, desembarcando al Prior de Crato que aspiraba a recuperar el trono luso, provocando así la secesión de Portugal. Y tres, como de costumbre, esperar a la Flota de Indias en el entorno e las islas Azores y capturarla. Como se puede observar se trataba de infringir un duro golpe al Imperio filipino, acabando con su armada, provocando la secesión de Portugal y cortando la financiación, al interceptar el convoy de las Indias. Sin embargo, la Contra Armada resultó ser un fiasco.
El primer tropiezo lo sufrieron en La Coruña; en una actitud muy típica de Drake se le ocurrió sobre la marcha tomar una pequeña plaza, para obtener un botín rápido y cómodo. Sin embargo, se equivocó pues se encontró con una defensa numantina por parte de los coruñeses, cuya defensa organizó con esmero y bizarría el marqués de Cerralbo. Por fortuna, en esta plaza se encontraban parte de los Tercios embarcados en la Gran Armada que participaron en la defensa. A ésta se sumó casi toda la población, enfervorecida por una valiente y esforzada María Pita. Tras muchos combates y numerosas bajas entre las filas enemigas la escuadra anglosajona se vio obligada al reembarque.
Asimismo, sucumbieron en su intento de tomar Lisboa y provocar la secesión del Imperio Habsburgo. En esta ocasión se encontró con la resistencia de la mayor parte de la nobleza lusa, así como del ejército español que obligaron a los ingleses, por segunda vez, a levar anclas. Y para colmo, tampoco pudieron capturar la Flota de Indias.

La Contra Armada supuso un fracaso no menor que el de la Gran Armada lo que ocurre es que los ingleses se encargaron de ponderar su éxito frente a la Gran Armada al tiempo que ocultaron hasta donde pudieron el desastre de su Contra Armada. A mi juicio estamos ante un buen libro de historia que además tiene la virtud que se lee casi como una novela histórica. Tan solo añadiría dos pequeñas críticas:
Una, que se observan numerosas omisiones de obras fundamentales como las de Porfirio Díaz Camañes (2012) que desarrolló ampliamente la cuestión de la propaganda inglesa tras la jornada de 1588, o la de Juan A. Ortega y Medina (1992). Ambas hubiesen aportado a la obra enriquecedores puntos de vista.
Y otra que el autor, en ocasiones puntuales, cae en la tentación de contrarrestar la Leyenda Negra con la Rosa, algo que no era necesario porque basta con combatirla con historia como demuestra precisamente este libro. De hecho, minimiza el fracaso de la Invencible -que no derrota- pero maximiza el de la Contra Armada, sosteniendo que fue la mayor victoria de España sobre Inglaterra. Probablemente, ambas fueron sendos fracasos y ninguna de las dos resultaron decisivas ni para la marcha del hegemónico Imperio de los Habsburgo ni tampoco para Inglaterra.
Gorrochategui, Luis: Contra Armada. La mayor victoria de España sobre Inglaterra. Barcelona, Crítica, 2020, ISBN: 978-84-9199-230-1, 428 págs.
Esteban Mira Caballos
Porfirio Díaz Camañes (2012), difícilmente puede citarle si su obra se publicó en 2011
Contra Armada, acaba de salir publicada en 2020. Es una reedición revisada, cita obras publicadas en 2019. Por supuesto que tuvo la oportunidad de leer y citar la obra de Camañes. Un saludo y gracias por dejar tu comentario. Un saludo.