
Analizando una carta de compra venta de esclavos de Carmona me encontré una que ofrecía una singularidad que me llamó la atención. El 3 de septiembre de 1580 ante el escribano Alonso Sánchez de la Cruz se formalizó una escritura de compra-venta de una esclava. En principio, parecía que era una escritura más en la que se vendía una esclava de color negro, llamada Mariana, de 20 años más o menos por un precio normal en la época de 738 reales.
Lo curioso era el comprador: Damián de Losa, corredor de Lonja de Sevilla, en nombre del arzobispo de la Ciudad de los Reyes, compraba una esclava a los herederos del difunto Marcos de Osuna. Y ¿Quién era el arzobispo de Lima? Pues se trataba de Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo que había sido nombrado en marzo de 1579 para ocupar la mitra limeña y que se embarcó en Sevilla rumbo a su diócesis en septiembre de 1580.
Con el tiempo alcanzaría los altares porque fue beatificado el 28 de junio de 1679 por el Papa Inocencio XI y canonizado 47 años después, exactamente el 10 de diciembre de 1726 por el pontífice Benedicto XIII.
Me ha llamado la atención porque es un dato que probablemente se desconoce, pero no porque resulte extraño que un eclesiástico dispusiese de criadas y esclavas en u servicio. Lo que quiero decir con ello que no trato de hacer demagogia con el dato, pues la esclavitud estaba totalmente normalizada y admitida en la época. Solo quiero que este dato sirva para conocer un dato probablemente desconocido de un prelado que con el tiempo sería venerado en los altares.

APÉNDICE
Carta de compra-venta de una esclava, Carmona, 3-9-1580.
Sepan cuantos esta carta de venta de esclava vieren como yo Juan de Osuna y yo Pablos de Osuna y yo Marcos de Osuna, hijos y herederos de Marcos de Osuna, difunto, y yo Alonso Gutiérrez Carrasco como marido y conjunta persona de María de Osuna, nieta y heredera del dicho Marcos de Osuna, vecinos que todos somos en esta muy noble y my leal villa de Carmona, otorgamos y conocemos que vendemos a vos el Serenísimo y Reverendísimo señor arzobispo de la Ciudad de los Reyes de las provincias del Perú que es ausente y a Damián de Losa, corredor de lonja, vecino de Sevilla, que está presente en su nombre y para su señoría reverendísima una esclava que tenemos de color negra de edad de veinte años poco más o menos que ha por nombre Mariana, la cual así juramos que es cautiva y sujeta a servidumbre y habida de buena guerra y que no está obligada a ninguna deuda vieja ni nueva la cual nos vendemos por precio de setecientos y treinta y ocho reales de a treinta y cuatro maravedís cada uno que por ella habemos recibido realmente y con efecto de mano del dicho Damián de Losa, sobre que renunciamos la ejecución de la pecunia y leyes de la entrega y prueba de la paga como en ella se contiene y declaramos que el justo valor de la dicha esclava son los dichos setecientos y treinta y ocho reales en los cuales fue rematada en pública almoneda ante el escribano público yuso escrito y no hubo quien más diese por ella y si más vale le hacemos gracia y donación y renunciamos la ley del ordenamiento real…
Que es fecha y otorgada la carta en Carmona en el oficio de mi el escribano yuso escrito en tres días del mes de septiembre de mil y quinientos y ochenta años, siendo testigos Bartolomé García del Cuerpo y Gonzalo de la Vega y Juan Pérez y Juan García y Pedro Díaz, vecinos de esta villa , y el dicho Alonso Gutiérrez lo firmó y por los demás que dijeron que no sabían firmó un testigo a los cuales dichos otorgantes yo el escribano doy fe que conozco…
(APC, Alonso Sánchez de la Cruz 1580, fols. 459v-460v).
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