Esteban Mira Caballos

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INVENTARIO DE LAS PERSONAS, ENSERES, ARMAMENTO Y VITUALLAS QUE LLEVÓ PEDRO MENÉNDEZ DE AVILÉS EN SU JORNADA A LA FLORIDA (1565)

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INTRODUCCIÓN

El interés del Imperio Habsburgo por la Florida, al norte del virreinato de Nueva España, existía desde que Juan Ponce de León arribó a La Florida en 1512. El gran enigma que todos querían resolver era si entre Terranova, que se conocía desde antes de la llegada de Cristóbal Colón a las Indias, y La Florida había algún estrecho que permitiese navegar hasta la especiería.

Tras varios sonados fracasos colonizadores como los de Hernando de Soto o Lucas Vázquez de Ayllón, hacia 1565 la Corona estaba decidida a realizar un nuevo intento. Se trataba de un enclave estratégico, en el paso del canal de las Bahamas, ruta obligada de los galeones de la Carrera de Indias. El poblamiento de La Florida y la fortificación de los enclaves caribeños resultaban esenciales para la geoestrategia del Imperio. La Corona eligió nada más y nada menos que el avilesino Pedro Menéndez de Avilés para que llevase a cabo la empresa, suscribiendo un asiento y capitulación con él, el 20 de marzo de 1565. Por este contrato se comprometió a zarpar el 31 de mayo de ese año, debiendo establecer la conquista y poblamiento del territorio en el plazo de un año, a cambio de unas enjundiosas prerrogativas políticas y económicas.

Se estaba preparando una armada colonizadora, pero pocos meses antes de zarpar se conoció el informe Mazariegos, enviado por el gobernador de Cuba en el que se hacía una relación detallada de los bastiones que los franceses habían construido en la zona. Los franceses habían apostado fuerte, al elegir a Jean Ribault y a su capitán René de Laudonnière, y Felipe II no quiso ser menos apostando por un marino de la talla del asturiano. Por ello, se decidió sobre la marcha que la expedición, además ser pobladora y colonizadora, llevase también un contingente importante de soldados, y abundante armamento, para combatir y expulsar a los galos. Había un doble motivo para actuar con contundencia: primero, político, porque había riesgo de perder definitivamente un territorio estratégico como era La Florida. Y segundo, religioso, pues los colonizadores eran hugonotes franceses, algo incompatible con el imperio cristiano que querían establecer los Habsburgo.

Una vez nombrado gobernador y capitán general de la Florida, se le comisionó especialmente para expulsar a los protestantes franceses y consolidar la colonización del imperio en aquella frontera norte del virreinato novohispano. De ahí que en su armada no solo viajasen soldados sino también familias completas de labradores y artesanos, con vistas a asentar el poblamiento. Comenzó a preparar su armada en el Cantábrico, pero ante las noticias de que el capitán Jean Ribault había zarpado en dirección a La Florida con tres embarcaciones y un total de seiscientos hombres, decidió no esperar a su apresto y zarpar de Cádiz con lo que había disponible en ese momento. El día antes de zarpar, concretamente el 28 de junio de 1565 se hizo un inventario de todo lo que había a bordo. En Cádiz, el 28 de junio de 1565 se hizo un detallado inventario de todas las personas, enseres, armas y vituallas que llevaba la armada.

Encontramos a colonizadores de muy distinto rango, entre ellos artesanos de todo tipo -zapateros, cordoneros, albañiles, herreros, tundidores y hasta un batihoja-, personal sanitario -cinco barberos, dos cirujanos y un boticario-, y cuatro clérigos presbíteros. Asimismo, se incluyeron 794 soldados, 27 mandos (capitanes, alféreces y sargentos) y 174 personas de mar (pilotos, marineros y grumetes). Entre los enseres figura de todo, desde ornamentos para decir misa, ocho campanas de iglesia, una piedra para una atahona, ollas, calderos, pólvoras, hierro para hacer bolas de cañón, mecha, arcabuces, morriones, ballestas y lanzas.

La escuadra soltó amarras el 29 de junio, con siete navíos y más de un millar de hombres, arribando a las islas Canarias el 5 de julio.

NORMAS DE TRANSCRIPCIÓN

El documento se conserva en el Archivo General de Simancas (Consejo y Juntas de Hacienda 67, 1), y había sido publicado en la obra de Eugenio  Ruidíaz y Caravia, La Florida. Su conquista y colonización por Pero Menéndez de Avilés, Imprenta hijos de J. A. García, 1893, T. II, pp. 558-566. Sin embargo, era poco accesible al gran público y hemos aprovechado para volverlo a transcribir, corrigiendo algunos errores. Antes de presentar el texto quisiera especificar detalladamente los criterios de transcripción paleográfica que hemos adoptado. Y en este sentido, debemos decir que, aunque conocemos las principales obras metodológicas de paleografía y de tratamiento de fuentes, como las de Rafael Altamirano o Agustín Millares, hemos optado en este caso por otros criterios alternativos. En esta ocasión nos hemos inclinado más bien por seguir las directrices de transcripción de Alberto Blecua en cuanto a modernización de todas las grafías y desarrollo de las abreviaturas que presenta el texto. Y todo ello lo hemos hecho reiteradamente en el texto sin advertencia previa en cada caso. Sin embargo, sí que hemos querido conservar intactas todas las construcciones gramaticales, incluso en los casos en los que hemos encontrado alguna incorrección.    

Asimismo, hemos creído conveniente colocar la tilde a las palabras que les correspondía llevarlas. También hemos procedido a la revisión, y en su caso rectificación, de los signos de puntuación que presentan los originales que son escasos y, en ocasiones, inoportunos. Y para finalizar, hemos unificado a números romanos las numeraciones de los capítulos que aparecen aleatoriamente con letra o número. 

Y hemos tomado la decisión de modernización del texto para favorecer su comprensión a los lectores. La modernización de las grafías tenía el gran atractivo de poder presentar el texto de forma coherente facilitando, asimismo, el acercamiento del lector a su contenido.

APÉNDICE

Relación de la gente que llevó el adelantado Pedro Menéndez a La Florida, 1565.

Inventario y relación de los navíos, gente, bastimentos, artillería, armas, municiones y otras cosas que lleva el adelantado Pero Menéndez de Avilés en su armada para la conquista y población de La Florida, desde la bahía de Cádiz, este año de 1565, como parece por la visita y alardes que hizo el señor factor Francisco Duarte dentro de los navíos de la armada, al tiempo que se hicieron a la vela.

Primeramente el galeón San Pelayo, que va a sueldo de Su Majestad y según el arqueamiento que de él se hizo en Cádiz, parece que será de porte de más de novecientas toneladas, y en él han setenta y siete personas de armas, oficiales, marineros, grumetes y pajes, y dieciocho artilleros, y un piloto y trescientos diecisiete soldados; los doscientos y noventa y nueve por cuenta de Su Majestad y dieciocho por cuenta de Pero Menéndez, y lleva diez piezas de artillería de bronce del mismo navío que son medias culebrinas y sacres y medios sacres y cuatro cañones salvajes que se le entregaron por cuenta de Su Majestad en esta ciudad de Cádiz y toda la artillería de hierro que tenía suya el dicho galeón para el viaje que había de hacer a las Indias, conforme a las ordenanzas. Asimismo, lleva el dicho navío veintiséis hombres casados con sus mujeres e hijos.

Item, va una chalupa nombrada la Magdalena que parece será de porte de setenta y cinco toneladas macho con todos los aparejos necesarios para navegar, y con cuatro versos de hierro colado con sus cámaras dobles, cargada de algunos bastimentos, armas y municiones, la cual lleva catorce marineros y setenta soldados.

Item, la chalupa nombrada San Miguel, que parece será de porte de sesenta toneles machos, aparejada de la misma manera, cargada de bastimentos, armas y municiones, la cual lleva nueve marineros y cincuenta y un soldados.

Item, la chalupa nombrada San Andrés que parece será de porte de setenta toneles machos, con todos los aparejos necesarios para navegar y una pieza de artillería de bronce encabalgada y a punto para servir, cargada de bastimentos y otras municiones, y lleva quince marineros y ochenta y tres soldados.

Item, la chalupa nombrada la Concepción, que parece será de sesenta toneles machos, con todos los aparejos necesarios para navegar y ocho versos de hierro colado con sus cámaras dobles y lleva cuatro piezas de artillería de bronce desencabalgadas de las de Su Majestad, la cual está cargada de bastimentos y municiones, y lleva doce marineros y sesenta y cuatro soldados.

Item, una galeota nombrada la Victoria, de diecisiete bancos, con todos sus aparejos y remos necesarios para navegar, y ciento y cincuenta quintales de bizcocho y doscientas y cincuenta botijas de agua y otros bastimentos, y con diecisiete marineros.

Item, el bergantín nombrado la Esperanza, de once bancos, lleva su equipación de remos y árboles, entenas y velas y reson (sic), y seis marineros dentro.

Item, una carabela nombrada San Antonio que será de porte de ciento y cincuenta toneladas, que se embargó en el Puerto de Santa María; va cargada de bastimentos y lleva su gente de mar, y ciento y catorce soldados.

Item, la carabela nombrada la Concepción, que se tomó en la Bahía de Cádiz, que va hasta Canarias, lleva cierta cantidad de bastimentos y noventa y seis soldados y la gente de mar del dicho navío.

Item, otra carabela de que es maestre Juan Ginete, que va hasta Canarias con la dicha armada y se cargaron en ella ciertos bastimentos para provisión del dicho viaje.

Parece que han en los dichos navíos ochocientos y veintiún soldados, capitanes, alférez, sargentos, caporales, pífanos y atambores, entre los cuales parece que hay los oficiales siguientes: diez canteros, seis albañiles, quince carpinteros, veintiún sastres, ocho calceteros, diez zapateros, dos tundidores, un zurrador, un herrador, dos cordoneros, ocho herreros, cinco cerrajeros, dos molineros, dos fundidores, ocho plateros, un bordador, dos cirujanos, un boticario, un maestro de hacer teja, dos maestros de hacer cal, un curtidor, un cargador, un batihoja, un gorrero, un sombrerero, un librero, un tejedor, tres espaderos, dos bizcocheros, dos toneleros, dos hortelanos, dos lineros, un odrero, un mantero, un ballestero y arcabucero, un sedero, un atahonero, un trompeta, un maestro de hacer cerveza, ciento y dieciséis labradores.

El resto, a cumplimiento de los dichos ochocientos y veintiuna personas que son quinientos y sesenta y siete, son capitanes, alférez, sargentos, caporales, pífanos, atambores y soldados.

Asimismo, van en los dichos navíos cuatro clérigos presbíteros, los cuales mostraron sus letras dimisorias y licencias de sus prelados para decir misa y confesar.

Asimismo, van en dicho galeón San Pelayo y en las cuatro chalupas y galeota y bergantín ciento y cincuenta y dos personas de mar, oficiales, marineros, grumetes y pajes y dieciocho artilleros que son todos ciento y setenta personas.

Por manera que la gente de guerra y mar que han en la dicha armada son novecientos y noventa y cinco personas.

Los bastimentos, armas, artillería y municiones que el dicho adelantado Pero Menéndez lleva en los dichos navíos de su amada en cuenta de lo que es obligado, conforme a su asiento, como parece por una relación jurada y firmada del dicho adelantado Pero Menéndez y los dichos y declaraciones que hicieron los maestres de los dichos navíos, y Pedro del Castillo, vecino y regidor de Cádiz, que es la persona por cuya mano se han copiado y proveído la mayor parte de todo ello es en la manera siguiente: 

Tres mil y ciento y ochenta y dos quintales de bizcocho. Trescientos quintales de bizcocho blando. Ciento y cincuenta pipas de vino. Cien pipas de agua. Setecientas y veinte botijas peruleras de vino. Dos mil y quinientas botijas peruleras de agua. Dieciséis pipas de harina. Cinco pipas de vinagre. Ciento setenta barriles de atún quintaleños. Cien fanegas de garbanzo. Veinticinco fanegas de habas. Cincuenta quintales de arroz. Doscientas y setenta arrobas de aceite. Veinticinco quintales de tocinos. Veintiocho fanegas de todas semillas. Veinticuatro fanegas de lentejas. Seiscientas arrobas de hierro. Treinta y ocho arrobas de acero. Veintiséis quintales de mecha. Ciento sesenta piezas de lonas para velas. Sesenta y nueve quintales de estopa. Ciento y treinta y siete quintales de jarcia. Treinta y seis calderas y palas. Ocho campanas para iglesia. Cuatro ornamentos para decir misa. Dos chinchorros para pescar. Seis piedras de barbero. Diez piedras de atahona. Doscientos y cincuenta arcabuces. Cien morriones, Treinta ballestas. Treinta petos y coracinas. Cien lanzas con sus hierros. Cincuenta hachas. Cincuenta frenos de caballos. Veinticuatro docenas de herraje caballar con sus clavos de herrar. Cincuenta pares de estriberas. Mil y setecientas y sesenta y ocho balas de hierro colado para la artillería. Cuatrocientas y cincuenta palas y azadones de hierro. Dos fardos de anjeo. Un fardo de Ruán. Una pieza de Holanda. Dieciocho docenas de alpargatas. Un balón de papel y cantidad de tinta. Doscientas botillas para vino. Doscientas telas de sedazo. Doscientos costales de anjeo hechos. Dieciséis vasos de lebrillos. Cantidad de toda loza. Cantidad de cerradas para suelas de zapatos. Cuarenta y ocho millares de tachuelas. Doscientos serones de esparto. Siete quintales de hilo de vela. Cuatro mil agujas de vela. Treinta martillos. Doce tinajas. Cincuenta quintales de pólvora. Cuatrocientas ristras de ajos. Ciento y veinte cariseas de Inglaterra para vestir gente. Nueve paños de Londres de Inglaterra para el dicho efecto. Seis fardos de anjeo de Beofort. Catorce piezas de presilla para el dicho efecto. Veinte arrobas de almendras.

Item, diez piezas de artillería de bronce que van en el galeón San Pelayo para servir en él, que son del dicho Pero Menéndez, y las contenidas en la partida primera de esta relación.

Item, toda la artillería de hierro colado que son lombardas, pasamuros y versos, que van en todos los dichos navíos, como en la partida de cada uno parece.

Y por cierta respuesta que el dicho Pero Menéndez dio un requerimiento que el señor factor Francisco Duarte le hizo en esta ciudad de Cádiz, en veintitrés de este presente mes de junio, sobre el cumplimento de las cosas que era obligado a llevar en la dicha jornada, conforme a su asiento, parece que respondió que con los navíos, gente y artillería, armas, municiones, bastimentos contenidos en esta relación, y con los navío que dice que van de Vizcaya, Asturias y Galicia, y con la gente, armas, artillería, municiones, bastimentos que en ellos va, ha cumplido con el asiento que Sui Majestad mandó tomar con él más cumplidamente y en mayor cantidad que era obligado, según dice que constará por los testimonios que se habrán enviado de los puertos donde se despacharon los dichos navíos al Real Consejo de las Indias de Su Majestad.

Los bastimentos, armas y municiones que se han entregado al dicho adelantado Pero Menéndez para provisión de la gente de mar y guerra que va en el galeón San Pelayo a sueldo de Su Majestad y la artillería y otras municiones y cosas que por su mandado se le han proveído y lleva para batir los fuertes que los franceses tienen hechos en La Florida es en la manera siguiente:

Mil doscientos y doce quintales de bizcocho. Doscientas y veintisiete botas de vino de a veintiocho arrobas cada una. Siete mil y ciento y cuarenta y cuatro libretas de carne de vaca, de a dieciséis onzas. Ciento y cincuenta y ocho arrobas y trece libras y media de tocino. Treinta y ocho quintales y medio de queso. Ochenta y cinco arrobas de pescado bastina. Diecisiete docenas de pescados dentudos y congrios. Ciento y cincuenta barriles quintaleños de atún. Ciento y cuarenta fanegas de haba y garbanzo. Trece quintales y ochenta y ocho libras de arroz. Doscientas y doce arrobas y tres cuartas de aceite. Diecinueve botas de vinagre de a veintiocho arrobas cada una. Cuatrocientas ristras de ajos., Ocho carretadas de leña. Ocho quintales de pólvora de arcabuz. Cinco quintales de plomo para pelotas de los arcabuceros. Trescientos arcabuces con todos sus aderezos que se entregaron a los trescientos soldados. Dos quintales de velas de sebo. Veintidós docenas de platos y escudillas de palo. Ocho Tajarrelinguas grandes de hierro para las entenas. Tres pesos de balanza con sus pesas. Veinte valdes de palo. Veinte galletas. Diez lanternas. Doce lantías. Ciento y treinta y cinco botas de agua en sesenta botas con cada cuatro arcos de hierro y en mil quinientas botijas peruleras. Tres calderas y dos ollas. Cuatro banderas de lienzo pintadas con las armas reales. Una caja de medicinas para curar los enfermos. Un arpeo de hierro para el bauprés del galeón para acerrar. Artillería y municiones para batir los fuertes de La Florida. Seis cañones salvajes de bronce de treinta y nueve quintales y medio cada uno, poco más o menos. Seis medias culebrinas de a treinta y un quintales poco más o menos. Dos sacres de a veintiún quintales, poco más o menos cada uno. Dos medios sacres de a diez quintales y medio, poco más o menos. Veinticuatro cucharas de cobre para cargadores de la dicha artillería y otros tantos atacadores. Item, noventa y ocho quintales y medio de pólvora de cañón. Item, doce quintales de pólvora de arcabuz. Mil y novecientas y noventa y cuatro pelotas de hierro colado para servicio de la dicha artillería. Item, nueve quintales y veintitrés libras de salitre. Item, once quintales y cuarenta y tres libras de piedra de azufre. Item, cuatro quintales de mecha. Item, quinientas tachuelas. Item, quince quintales de plomo. Item, cincuenta y tres quintales y setenta y una libras de jarcia de cáñamo. Cuarenta quintales de poleas. Item, mil espuertas de esparto. Ciento y cincuenta azadas de hierro. Ciento y cincuenta palas de hierro. Ciento y cincuenta picos de hierros.

La cual dicha relación se sacó de la dicha visita y alardes que el dicho señor hizo en los dichos navíos y por los recaudos que están en los libros de armada, según que más largamente por ellos parece a que me refiero. Fecha en la ciudad de Cádiz, a veintiocho de junio de mil y quinientos y sesenta y cinco años. Va escrito entre renglones do dice que en ellos va, veintiocho, sesenta, vala y enmendado, seis, vala. Juan Carrillo, escribano de Su Majestad.

(AGS, Consejo y Juntas de Hacienda 67,1).

Esteban Mira Caballos

Octubre de 2025

Archivado en:Historia de America Etiquetado con:28 de junio de 1565, Armada de 1565, La Florida, Pedro Menéndez de Avilés

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