
Dentro de la actualidad que existe sobre el genial conquistador de Medellín, hoy me voy a aproximar al análisis sobre una biografía de Hernán Cortés, para el siglo XXI, realizada, magníficamente, por uno de sus más inteligentes especialistas, me estoy refiriendo al profesor Mira Caballos. Garantía paradigmática.
Cuando se produce el descubrimiento europeo de Las Indias, mal llamado el encuentro entre Dos Pueblos, los horizontes de consciencia intelectual se incrementarán hasta límites insospechados y, más si cabe, al haber sido realizado el hecho por los habitantes de los Reinos de Castilla y de León y de Portugal, que eran el culmen intelectual de la Europa del momento histórico, y que hoy me ocupa y me preocupa.
En ese momento, el trasiego de personas, ideas culturales y mercancías ya sentaron las bases de un mundo de reunión global, que proporcionaría una nueva identidad de una enorme riqueza socio-cultural.
“…Por ello, el padre Bernabé Cobo, a principios del siglo XVII, admirando la prosperidad de los nuevos territorios ultramarinos, pudo decir que América había recibido mucho más de lo que había dado. Riquezas mineras a cambio de plantas y animales de todo tipo que no existían, por lo que, concluía, América había resultado ‘notoriamente mejorada’”.
Está claro que los comienzos conllevaron un enfrentamiento violento entre españoles e indígenas, sobre todo porque los conquistadores estudiaron, fehacientemente, los diversos colapsos que existían entre las diversas etnias, luchando por el poder y el dominio de sus tierras.
Fueron un grupo de conquistadores, de todo tipo del espectro socio-político de la época, y se puede indicar, sin complejos, que fueron conquistadores o aventureros, y todos ellos en nombre de los Reinos de Castilla y de León, enviados para ocupar extensos territorios, que en ese momento histórico estaban domeñados por dos grandes imperios sojuzgadores, tales como fueron los incas y los aztecas o mexicas.
“Asimismo, debemos aludir a lo que Walter Mignolo ha llamado el perenne encanto de la modernidad que hace que se celebren la forja de los grandes imperios, sin reparar en el enorme coste humano que estos han provocado a lo largo de los tiempos. Una supremacía que no solo ha generado grandes desigualdades económicas entre el colonizador y el colonizado, sino que extendió plagas epidémicas que diezmaron poblaciones que en muchos casos no habían tenido contacto previo con esos gérmenes. Por tanto, quede claro que la expansión imperial y, posteriormente, los nacionalismos están en el origen de una buena parte de los males de la humanidad”.
Hernán Cortés sí es una paradoja, ya que lo críptico ha rodeado su pasado y su futuro, que él, muy inteligentemente, alimentó.
Las invasiones de tipo imperialista han sido complejas y, en multitud de ocasiones violentas, pero la gradación debe ser analizada, de forma pormenorizada y rigurosa.
Es indubitable que el choque entre los hombres y mujeres de los Reinos de Castilla y de León, y los habitantes de los Imperios Aztecas/Mexicas e Incas fue catastrófico, ya que quizás faltó comprensión por ambas partes.
Es probable que lo ubérrimo de su naturaleza sorprendiera a los españoles.
El metelinense es un personaje, de tantas aristas, que es preciso aproximarse a él con un bagaje de historiador, como realiza el profesor Mira Caballos.
El hombre de Medellín/Reino de León decidió alimentar con sus silencios los aspectos más íntimos de una biografía, que le podría comprometer en algo que deseaba ocultar, sí han aparecido epístolas muy personales, pero relacionadas a como gestionaba sus intereses, aunque no a cuál era la idiosincrasia que lo definía.
“Llama la atención, por ejemplo, que jamás se refiera a su abuelo Martín Cortés el Viejo, natural de Salamanca, que, como veremos, alcanzó el grado de caballero de espuela dorada, salvo que quisiese ocultar alguna vinculación con el mundo judeoconverso. Por todo ello han quedado muchas incógnitas que la historiografía se ha encargado de completar, con más o menos coherencia. Y es que el género biográfico siempre se ha caracterizado por una intolerancia a los vacíos, que suelen cubrirse con imaginación o con altas dosis de invención”.
Es obvio, que han existido historiadores o divulgadores, tanto en América como en España que lo juzgan con benevolencia o con acrimonia, según su, a veces, no muy leal saber o entender.
Los defensores lo presentan como un héroe civilizador, inclusive como un Moisés redivivo moderno, y los segundos o detractores sin ambages, como un genocida de la peor especie o calaña, pero existimos otros que estimamos que fue de notable alto, aunque no llegó al sobresaliente, quizás un 8 sería lo más plausible
Deseo acercarme, como Doctor en Medicina que soy, al juicio absurdo e incalificable de un atrevido profesor llamado Carlos Elías Butrón, que se atreve, ensoberbecido, a realizar un análisis clínico sobre Hernán Cortés, desde el punto de vista psiquiátrico, y sin estar cualificado para ello.
No existe ningún dato clínico de ningún tipo por el que se deba cualificar a los hijos únicos como ególatras, mi hijo lo es y no tiene ese modus operandi ni de lejos.
Como se puede calificar de psicópata clínico, es decir a todo aquel ser humano con alteraciones del alma/psiqué, al conquistador extremeño por ser hijo único, como médico cualificado para ello, ya que además trabajo como geriatra, y, por lo tanto, trato algunos deterioros cognitivos, lo niego absolutamente y descalifico el aserto por anti-médico.

Hay que ser atrevido para realizar ese juicio clínico de valor defectivo sobre el estudiante-colonizador de la Universidad legionense de Salamanca, sin tener una base mínima de ciencia médica.
“Un psicópata se caracteriza por su falta de empatía, remordimiento y culpa, además de un patrón de manipulación y comportamiento antisocial”.
Todo ello aderezado con alteraciones perceptivas y mentales mayormente afectadas, y unido asimismo a alteraciones graves de la conducta social del sujeto, además de un indudable narcisismo, y no importarle el sufrimiento de los demás.
Nada de ello se observa en Hernán Cortés, donde no está demostrado en ninguna circunstancia que disfrutase con el dolor ajeno.
“No fue un santo providencialista, por mucho que él mismo lo dijera una y otra vez, pero tampoco un genocida, lo que no significa que no perpetrase matanzas, generando mucho sufrimiento directa e indirectamente. Y en este sentido, ya en el siglo XVI, Bernardo Vargas Machuca reconoció excesos, pero negó la intencionalidad del exterminio porque sin los naturales la tierra no es de fruto al español”.
Sé, de forma positiva e intencionada, que hablar del genocidio sistemático y planificado realizado por Publio Cornelio Escipión Emiliano “Numantino” sobre la ciudad de Cartago puede sonar a antiguo, pero esto sí estuvo planificado, y no existieron las cautelas o los controles realizados desde la voluntad de Isabel I “la Católica” y Fernando V “el Católico” de Castilla y de León, o de Carlos V y de Felipe II, donde existieron los juicios de residencia, las leyes de indias, y el complejo de culpa para tratar de evitar las atrocidades, lo máximo posible.
«Hernán Cortés ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Historia, alabado y odiado a partes iguales. Lideró la expedición que supuso el final del estado mexica e inició la conquista de México. Su siguiente prioridad fue la exploración del océano Pacífico y buscó un estrecho que facilitase el comercio entre Europa y Asia. Cortés fue un triunfador en su época ya que logró lo que infructuosamente anhelaron todos los conquistadores: honra y fortuna para su linaje. Esteban Mira Caballos, historiador especializado en las relaciones entre España y América en el siglo XVI, con esta biografía arroja nueva luz al personaje valiéndose de una moderna metodología e incorporando los aportes de las investigaciones de los últimos años, al tiempo que responde a las preguntas de un lector de nuestro tiempo acerca de un personaje que no ha dejado de interesar a lo largo de cinco siglos».
Por consiguiente, estamos ante uno de los mejores estudios analíticos sobre Hernán Cortés, que recomiendo sin circunloquios.
¡Notable y conspicuo estudio!
“Se comportó como todos esperaban que se comportase y en el margen de libertad que tuvo, acertó y se equivocó como cualquier ser humano”.
Para finalizar deseo indicar lo valiosa que es la bibliografía que nos oferta el volumen y, además, los estupendos y esclarecedores apéndices, inclusive incluyendo un delicioso glosario de términos nahuatl usados en la obra. «Romani, Iuppiter Optimus Maximus resistere atque iterare pugnam iubet».
Jose María Manuel García Osuna
Publicado en Todoliteratura, el 14 de octubre de 2025
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