Por un trabajo sobre la hermandad de la Soledad de Alcalá del Río (Garrido Velázquez, 2011: 10-19), conocí la existencia de un legajo titulado: Valores de las vicarías de Sevilla, Alcalá, Carmona, Utrera y Écija. En él se hace una especie de catastro de la riqueza de las instituciones vinculadas a la iglesia, parroquias (capellanías, beneficios, etc.), hospitales, obras pías y hermandades, especialmente las ubicadas en las iglesias, pero también las de los conventos y ocasionalmente las ermitas. Y ello con vistas a cuantificar el pago del subsidio y el excusado, un impuesto que se cobraba desde finales del siglo XV supuestamente para financiar la lucha contra los infieles
Hubo una primera bula en 1486 en que el dinero del excusado se usó para la guerra de Granada. Fue renovada por Pío V en otra bula dirigida a Felipe II y, finalmente, en 1757 por Benedicto XIV a través de la bula Exponi Nobis Super por la que mantuvo la contribución de las tres gracias –cruzada, subsidio y excusado- a la Corona. En la bula de 1757 se fijó esta contribución a la Hacienda Real en el 16 % de los ingresos totales. También existía el situado de Indias, que no tenía nada que ver con el situado eclesiástico. El situado de Indias eran unas partidas de dinero procedentes de la hacienda indiana que se destinaba en su mayor parte a sufragar la defensa, desde las construcciones militares a los salarios de los militares de las principales guarniciones. Era dinero de menos que recibía la Corona, pero tenía la ventaja de que evitaba la salida de capital de la Península, favoreciendo la autofinanciación de las colonias (Mira Caballos, 2012: IIII, 153).
El valor de los datos ofrecidos en este catastro ha sido usado ya por otros investigadores para el estudio de las cofradías en la diócesis hispalense. Sin embargo, no se puede perder de vista que es un documento económico y, por tanto, es seguro que hubo ocultaciones de patrimonio y de hermandades para evitar la contribución. Por tanto, por un lado, faltan hermandades que sabíamos existían y, por el otro, el patrimonio de éstas está contabilizado a la baja. Pese a estas carencias, en líneas generales el citado catastro ofrece datos de interés, sobre todo relacionados con los ingresos de las hermandades y con el origen de estos.
Para empezar, hay que decir que no se relacionan todas las cofradías de Carmona, pues encontramos muchas omisiones. En algunos casos es probable que se tratase de hermandades muy humildes que se mantenían de limosnas y que, por tanto, no interesaban desde un punto de vista económico. Sin embargo, en otros no está tan claro el motivo del olvido porque se trata de corporaciones importantes, como la Expiración de la iglesia de San Blas y la Humildad y Paciencia de la iglesia de San Pedro.
COFRADÍAS INCLUIDAS EN EL
INFORME DEL SITUADO DE 1717
Contabilizamos un total de 24 corporaciones, de las que más de la mitad, exactamente 14, eran sacramentales o de ánimas, controladas por el clero de cada parroquia. Incluyendo en ellas, la de Santa Bárbara y la de la Universidad de Beneficiados, vinculadas al clero local, tenemos que sólo ocho cofradías eran realmente institutos privados, vigilados de cerca por la clerecía, pero no controlados directamente por ellos. Por lo demás, una veintena de ellas se ubicaban en Carmona y cuatro en la aldea de Guadajoz.
A continuación, ordenaremos las cofradías por el volumen anual de ingresos. Los datos ofrecidos en el documento, fruto de la media de un quinquenio, son sólo aproximativos porque dependían de la información que había proporcionado el propio instituto que no siempre era exacta. Y es que había sobrados motivos para no declararlo todo y reducir así el impacto de esta imposición en las precarias economías de las hermandades. No obstante, es una muestra interesante para conocer aproximadamente el potencial económico de las corporaciones locales.
LAS COFRADÍAS SEGÚN SUS INGRESOS
Como puede observarse, las cofradías carmonenses movían, a principios del siglo XVIII, algo más de 1,7 millones de maravedís anuales. Y seguramente la cifra está estimada a la baja, primero porque a los propios hermanos les interesaba declarar los menos ingresos posibles, y segundo porque faltan al menos una decena de hermandades, la mayoría de ellas muy pobres, pero otras no tanto. No es descabellado pensar que la cifra real de ingresos debía estar en los dos millones de maravedís anuales. Para hacernos una idea aproximada, hemos realizado unos cálculos aproximados, pasándolos a pesetas y de ahí a euros y venía a ser algo más de un millón de euros actuales. Una cifra considerable, teniendo en cuenta que estamos hablando de una época en la que se movía menos dinero que en la actualidad. La cifra es elevada teniendo en cuenta que, en 1771, se calculaban los ingresos anuales de todas las cofradías de la archidiócesis de Sevilla en 36.359.872 maravedís (Mira Caballos, 1999: 62). Eso equivaldría a decir que las cofradías carmonenses gestionaban el 4,8 % del ingreso total de las 1.094 cofradías de la diócesis. La media de ingresos de las cofradías sevillanas era de 33.236 por lo que estaban por encima de la media las doce primeras cofradías que aparecen en el listado.
Entre ellas destacaban por sus ingresos la Universidad de Beneficiados de la ciudad de Carmona, con sede en la Prioral de Santa María, que monopolizaba casi la mitad de todas las rentas de que disponían las hermandades carmonenses. Le seguían la Sacramental y de Ánimas de la iglesia de San Pedro, y dos penitenciales: la del Santísimo Cristo de la Amargura del convento de San Francisco y la de Jesús Nazareno de la iglesia de San Bartolomé. De las cofradías de sangre existentes en la actualidad, la de Jesús Nazareno era la más rica, disfrutando de un nivel de rentas bastante elevado.
A continuación, desglosaremos el origen de los ingresos, en aquellos casos en los que se especifican.
CUADRO III
ORIGEN DE LOS INGRESOS
DE LAS HERMANDADES
El total de las rentas se elevan hasta el 79,49% de los ingresos, mientras que las limosnas se limitan al 20,50%. La cifra es sorprendente porque, en general, sabemos que había muchas cofradías que sólo disponían de limosnas y que las cofradías con rentas eran relativamente pocas (Mira Caballos, 2002: 60-61). Y ello, en mi opinión, porque la potente Universidad de Beneficiados es una excepción que distorsiona bastante los datos. Haciendo los cálculos, sin esta institución, que además era una cofradía muy particular, las cifras parecen bastante más coherentes, un 52,89% de rentas frente a un 47,10% de limosnas.
Los ingresos de las cofradías eran extremadamente variados. Las rentas procedían de propiedades rústicas y urbanas, así como de tributos. En cuanto a las limosnas, también tenían un origen muy variado; una de las partidas más importantes eran las cuotas que abonaban los hermanos en el momento de darse de alta como miembro de la corporación. La cantidad variaba mucho dependiendo de la hermandad. También eran muy cuantiosos los ingresos obtenidos por el acompañamiento de los hermanos en los entierros, adonde acudían portando su estandarte. Sencillamente por su presencia en estos actos podían obtener entre cinco y treinta reales, dependiendo del poder económico del finado. Y finalmente, se incluían entre la limosna, la recaudación de los petitorios públicos. Para ello se utilizaban los días de fiesta, especialmente cuando la cofradía en cuestión hacía alguna función específica.
Además, se esperaba a la recogida de la cosecha para solicitar de los vecinos su piadosa contribución. Lo cierto es que aquellas hermandades que no tenían rentas se empleaban más a fondo en la recaudación de limosnas, mientras que las que tenían importantes rentas, descuidaban más este apartado. De hecho, algunas de las hermandades que declaran cuantiosas rentas, no señalan ningún tipo de ingresos por este concepto. Y aunque el dato sea difícil de creer, porque todas debían tener algún tipo de ingresos por este concepto, sí que demuestra que la solvencia que le daban las rentas les permitía descuidar más el apartado de las limosnas.
En general, se aprecia un grupo de hermandades bastante ricas, con rentas que le proporcionaban unos ingresos muy por encima de la media del arzobispado y una base amplísima de corporaciones con muy bajos ingresos, obtenidos la mayoría de ellos a través de petitorios públicos. En esta última situación estaban muchas de las cofradías que aparecen reflejadas en el expediente del situado y otras muchas que se omiten, precisamente por la insignificancia de sus ingresos y por el escaso interés de cara al cobro del citado impuesto.
BIBLIOGRAFÍA
GARRIDO VELÁZQUEZ, María Soledad: “Las tres gracias”, en La Espadaña, Hoja informativa de la hermandad de la Soledad, Nº 38. Alcalá del Río, diciembre de 2011, pp. 10-19.
MIRA CABALLOS, Esteban: “Hermandades y cofradías en la Archidiócesis sevillana a través del censo de 1771”, Archivo Hispalense Nº 250, Sevilla, 1999
—–, Hermandades y cofradías en Badajoz y su Partido a finales de la Edad Moderna. Badajoz, Junta de Extremadura, 2002.
—–, “Defensa terrestre de los reinos de Indias”, en Historia Militar de España (Dirigida por Hugo O´Donnell). T. III. Madrid, 2012.
APÉNDICE I
Extracto del situado en Carmona y Guadajoz, 1717 (aquellas cifras que no se especifica la moneda, son siempre maravedís).
IGLESIA DE SANTA MARÍA:
-Santa Bárbara que es del clero, tiene de renta en tributos, según cuenta hasta fin de 1715 a Andrés Meléndez, su mayordomo, 51.000 maravedís de que se bajan 10.455 por razón de décimas y memorias y quedan 40.545 maravedís, conforme a cuentas que se tomaron por los diputados ante Nicolás de Ortega Morillo, secretario de la hermandad.
-Santísimo, en rentas, tributos y posesiones, 2.200 reales en cada año que valen 74.800.
-Ánimas, unos años con otros, por quinquenio, 1.500 reales que valen 51.000.
IGLESIA DE SANTIAGO:
-Santísimo Sacramento, por quinquenios, en cinco tributos, 78 reales y en limosnas hasta 300 en cada un año que valen 10.200.
-Nuestra Señora de Belén no tiene renta, sino que lo que junta la devoción para la fiesta de la imagen que, unos años con otros, es de 150 reales. Valen 5.100.
-Cofradía del Santísimo Cristo de la Columna, solo limosnas que juntan y que llega a 500 reales, unos años con otros, que valen 17.000.
-Ánimas, que se distribuyen en misas cantadas los lunes y se juntan 300 reales por quinquenios que valen 10.200.
IGLESIA DE SAN FELIPE:
-Santísimo, sólo limosnas que se junta por quinquenios, 400 reales que valen 13.600.
-Ánimas no renta, solo limosnas, por quinquenios, 500 reales que se distribuyen en la misa o los lunes, valor 17.000.
IGLESIA DE SAN SALVADOR
-Cofradía de la Esperanza, del gremio de cardadores, por cuya devoción se dicen dos misas todas las semanas y se hace fiesta todos los años en que gastan, unos con otros, más de 50 ducados, valor 18.700.
IGLESIA DE SAN BARTOLOMÉ
-La de Jesús Nazareno, sita en esta iglesia, tiene por tributos, olivares y una casa. Y limosnas, se junta, un año con otro, 2.400 reales y que se distribuyen en alhajas para la capilla y procesión del Viernes Santo y misa por los hermanos. Valor 81.600.
-Ánimas en renta y limosnas, un año con otro, 1.430 reales lo que se gasta en sufragios por las ánimas benditas. Valor 48.620.
-Santísimo, solo limosnas que dan los devotos de la collación y en cada año de este quinquenio 600 reales, que valen 20.400
IGLESIA DE SAN BLAS
-Santísimo, se juntan un año con otro, en rentas y limosnas, 1.200 reales por quinquenio. Valor 40.800.
Ánimas: en rentas y limosnas cada año, unos con otros, 1.860 reales por quinquenio que valen 63.240 maravedís.
IGLESIA DE SAN PEDRO
-Santísimo: cuentas de Miguel Nieto, mayordomo, en tributos, casas y olivares 3.312 reales al año, bajada la cuarta parte de las rentas de la casa para reparos a que se junta 554 reales que importan la limosna y ambas partidas componen 3.866 reales que se baja 850 que se pagan a los beneficiados de esta iglesia y a los demás por diferentes memorias. Quedan 3.016 reales de renta al año que valen 102.544.
-Ánimas: dispone de 4.792 reales, los 2.252 en tributos y posesiones, lo demás en limosnas en cuya renta se incluyen la de las memorias y quedan y valen 162.928.
LA UNIVERSIDAD
Desde 1 de enero de 1711 hasta finales de 1715:
-de renta: cortijos 3.379.566 maravedís corresponden a cada año, 675.913 maravedís.
-Tributos: 23.555 maravedís en dichos cinco años, toca cada año 4.711.
-Casas: 412.369 maravedís que se bajan 103.092 maravedís de reparos y quedan 309.277 maravedís y corresponde a cada año 61.855
-Tributos redimibles: 406.179 maravedís, en cada año 81.236.
-En gallinas, en cinco años, 697 maravedís que al año son 139.
-Tierras que se arriendan de pan, 1.849 fanegas y dos cuartos de trigo, colígese a cada uno de dichos cinco años, 569 fanegas y 9 almudes y tres cuartos.
-Cebada: 350 fanegas, 9 almudes y dos cuartos, corresponden al año 70 fanegas y un almud.
-Habas: ha rentado la tierra 62 fanegas y 4 almudes y dos cuartos, corresponden a cada año 12 fanegas, 5 almudes y 3 cuartos.
-Garbanzos: han rentado 29 fanegas y 4 almudes, tocan cada año cinco fanegas, 10 almudes y dos cuartos.
-Yeros (sic) han rentado dicha tierra 94 fanegas 0 almudes, tocan al año 18 fanegas, 11 almudes y dos cuartos.
Por manera que importa la renta de la universidad al año 823.715 maravedís y 139 gallinas, 569 fanegas y 9 almudes y 3 cuartos de trigo, 60 fanegas y un almud y 3 cuartos de cebada; 12 fanegas 5 almudes y 3 cuartos de garbanzos y 18 fanegas 11 almudes y 2 cuartos de yeros según que se ha referido.
COFRADÍAS DE LA IGLESIA CONVENTUAL DE SAN FRANCISCO
-Santísimo Cristo de la Amargura y Nuestra Señora de los Milagros, que son hermanos del gremio de los pastores. El caudal en limosnas de trigo y maravedís (es de) 2.500 reales, que valen 85.000
-Nuestra Señora de las Angustias, caudal de limosnas de trigo y maravedís, por quinquenio, cada año, 1.200 reales que valen 40.800.
COFRADÍAS DE LA IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE GRACIA DE GUADAJOZ
-Santísimo, mayordomo Pedro de la Villa, tiene de renta en tres casas, regulado por quinquenio, 320 reales de que, sacados 80 de reparos, quedan líquidos 240 reales que valen 8.160.
-Ánimas, mayordomo Juan Vázquez, no tiene rentas, se compone de limosnas que, por quinquenios, importan 120 reales que se distribuyen en misas los lunes.
-Cofradía de la Santa Veracruz, mayordomo Gerónimo Peña, no tiene rentas que se compone de limosnas, por quinquenio, 70 reales que se gastan en la procesión de Semana Santa.
-La cofradía de Nuestra Señora del Rosario, mayordomo Francisco de Barrios, tiene de renta en dos casas, reguladas por un quinquenio, 240 reales que bajado la cuarta parte para reparos queda para las obligaciones de esta cofradía, 180 reales que valen 6.120.
En la villa de Guadajoz, 26 de mayo de 1717. Francisco Bernardino Díez
(Archivo de la Catedral de Sevilla, Sección Mesa Capitular, sig. 1168-08828).
ESTEBAN MIRA CABALLOS
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