No voy a hacer una reseña al uso del último libro del hispanista inglés Henry Kamen, Defendiendo España (Espasa, 2022), porque creo que no merece la pena. Hay que empezar diciendo que no se sabe exactamente qué es este libro ni cuál es su objetivo. Parece un recorrido por la historia de España, pero fundamentalmente de la Edad Moderna, con algún retazo medieval -a Al-Ándalus- y otro contemporáneo -Guerra de la Independencia-.
Huelga decir que como historia de España las hay mucho mejores que yo recomiendo, como la deliciosa y concisa de Pierre Vilar (Grijalbo, 1997) o España, tres milenios de Historia (Marcial Pons, 2001) del recordado profesor y maestro Antonio Domínguez Ortiz. E incluso, me parece mucho más coherente y completo el libro de Stanley G. Payne, En defensa de España, publicado por la misma editorial, Espasa, en el año 2017. Este libro de Kamen parece un producto de marketing editorial, siguiendo la estela del éxito de Payne y de otros libros que, casi en serie, han aparecido en los últimos años. El único objetivo del libro es satisfacer la voracidad por obras de este género de historia nacionalista, que demanda una parte de los lectores españoles.
El autor intenta reivindicar España y su historia, como si ésta requiriese de su absolución y de su defensa. La historia de España se defiende por si sola y no hace falta que nadie, aunque sea de origen inglés, venga a reivindicarla. Para ello alega que la Leyenda Negra no existe, ni ha existido, al menos por parte de las potencias enemigas. Muy al contrario, la Guerra de la Independencia, puso el interés internacional en España, y escritores extranjeros como Washington Irving o William H. Prescott se enamoraron del país. Se admiraba de España especialmente su orientalismo, es decir, el exotismo de su legado islámico (p. 62). El autor aprovecha para dedicar un capítulo a Al-Ándalus, destacando que era tan España como la España cristiana (p. 360). Dicho así suena algo raro, porque más bien ni los reinos cristianos, ni Al-Ándalus, eran exactamente España. Pero en cualquier caso son ideas sobre las que no hace falta insistir pues la mayoría de los españoles de nuestro tiempo admiran y reconocen el pasado andalusí.
Para Kamen, la teoría conspiranoica de la Leyenda Negra tiene su origen en el complejo de los propios españoles que fueron sus máximos responsables. Julián Juderías en 1914 empezó denunciando esta hostilidad del mundo contra España, aunque no ocultó que la culpa del origen de esta leyenda la tenían los propios españoles (p. 35). A juicio de Kamen, desde entonces se ha desarrollado un victimismo irreal, por parte de la sociedad española, que llega a nuestros días. Una idea que le ha venido como anillo al dedo a una parte de la sociedad pues les permite adoptar una postura firme frente a cualquier crítica externa (p. 36). Pero para Kamen, toda esta Leyenda Negra es irreal porque, aunque pudo haber críticas, los elogios a España y a su historia han sido siempre mayoritarios.
Dedica la mayor parte del libro a la España imperial: desde la Inquisición, que como es bien sabido, ejecutó a menos herejes que la mayoría de los tribunales europeos (p. 199) y a la expulsión de los judíos -solo 50.000 según Kamen- (pp. 111-112). Continúa con el descubrimiento de América por un Cristóbal Colón nacido en Génova, pero con orígenes semitas, siguiendo con la conquista y la supremacía naval del Imperio Habsburgo. Huelga decir que toda esta parte es una síntesis, cuando no un corta y pega, de su libro Imperio. La forja de España como potencia mundial (Suma de Letras, 2004). Unas ideas que en su día resultaron más o menos novedosas pero que actualmente se consideran obviedades que no aportan nada nuevo. Ideas como que los conquistadores solo pudieron consumar la conquista con la ayuda de aliados indígenas (p. 75) o que la mayor parte de las muertes se debieron a enfermedades (p. 87-88). Son aspectos muy conocidos que no aportan nada a lo que ya sabíamos.
Este libro de Kamen está hecho a base de retazos, de libros suyos anteriores, fundamentalmente de Imperio y de la Inquisición, mal hilvanados, aunando ideas que no llevan a ninguna parte. Incluso, me atrevo a sospechar que no lo ha hecho el propio Kamen, sino algún redactor buscado por la propia editora.
Para finalizar solo decir que la obra nace desfasada pues, salvo alguna excepción, sus fuentes más recientes son del año 2010. La base es la misma del citado libro Imperio, con algún añadido. Además, la bibliografía final es en su mayor parte inglesa, de poco interés para un público español. Incluso en el caso de la crónica de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, cita una edición inglesa y no castellana, que hay muchas. Por tanto, las fuentes son mayoritariamente inglesas y además anticuadas. Eso le lleva a sostener afirmaciones que hace unos años eran correctas, pero ahora no, y que, con las prisas, nadie detectó. Por ejemplo, sostiene que a día de hoy no existe ninguna biografía sobre Alejandro Farnesio (p. 255), ignorando la extraordinaria monografía que Luis de Carlos publicó en 2019, en la barcelonesa editorial Crítica. Asimismo, dedica un capítulo a la conquista y a los conquistadores, ignorando todo lo publicado en la última década, que han aclarado muchas de las ideas que él ofrece como verdades novedosas. Y lo mismo puede decirse cuando alude a las Armadas del Imperio, que desconoce todo lo publicado en los últimos lustros. Concretamente, se refiere a la derrota de la Invencible, ignorando los últimos aportes sobre esta escuadra de Geoffrey Parker y Colin Martin o lo referente a la Contra Armada de Luis Gorrochategui.
Es reseña de
KAMEN, Henry: Defendiendo España. Verdades y leyendas de nuestra historia. Barcelona, Espasa, 2022, 449 págs.
ESTEBAN MIRA CABALLOS
Jose dice
Gracias por el resumen.
Pareciera que el autor solo pretende desviar la mirada de los verdaderos tejedores de la leyenda negra.
Como el cómplice del ladrón que grita que corrió en dirección contraria.