
Con el término Inquisición nos referimos de forma abreviada al Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. La función de esta institución era velar por la doctrina cristiana, investigando las posibles desviaciones -inquisitio- y castigándolos públicamente -auto de fe-.
Al contrario de lo que se cree la Inquisición no nació en España. Realmente fue fundado en Italia en el año 1119 por el Papa Inocencio III. En España fue introducida en el último tercio del siglo XV y concretamente en 1478, cuando los Reyes Católicos solicitaron al Papa su restablecimiento. Posteriormente pasaría a las colonias españolas: en 1570 al virreinato del Perú, en 1571 a Nueva España y en 1610 a Cartagena de Indias. En la América Hispana, la inquisición jamás juzgó a los naturales sino solo a españoles, mestizos, mulatos y negros. Las condenas a muerte fueron muy pocas.
No se puede negar que la Inquisición fue una institución totalmente intransigente que utilizaba la tortura en el interrogatorio y quemaba a los herejes en público. Y sobre todo, condenaba a una persona por la mera sospecha. Como decía Bertolt Brecht:
Solo tienes que preguntar: ¿Es este o aquel hombre una amenaza para nosotros? Entonces es judío.
Lo cierto es que los cristianos viejos aprovecharon la ocasión para marginar a los conversos y sus descendientes marginados de la administración, de los más prestigiosos colegios mayores, de las ordenes militares, e incluso, de determinadas congregaciones religiosas, como la jerónima. Fueron considerados, al igual que los judíos, linajes deicidas, con una permanente deuda de sangre. Además implantaron en España una perniciosa tradición, que en algunos sectores sociales ha llegado hasta la Edad Contemporánea, de que sólo la sospecha es suficiente para excluir a alguien. Los estatutos de limpieza sirvieron a los cristianos viejos para limitar la capacidad de los neófitos de acceder a las instituciones castellanas. En ellos había un componente racista, aunque el término no equivalga exactamente al contenido actual. Es por ello por lo que unos hablan de protorracismo y otros, como el profesor Columbus Collado, de racismo cultural. Los afectados trataron de ocultar su pasado, recurriendo a diversas estrategias: cambio de apellido, mudanza de localidad, falsificación de su propia genealogía, e incluso, comprando testigos que aseverasen su pasado cristiano. Como indica el autor, esas estrategias permitieron al padre de Santa Teresa ocultar su origen converso.
Sin embargo también es necesario matizar todas estas imputaciones. Para empezar castigó los casos de herejía, brujería y bigamia entre los cristianos exclusivamente pues no tenía competencia con los no bautizados. Asimismo, Por otro lado el padre Llorca ha demostrado la falsedad de muchas de las crueldades que se le imputan al Santo Tribunal como veremos a continuación:

1.- Hoy sabemos que el terrible fray Tomás de Torquemada, primer inquisidor general, estaba en contra del empleo del tormento en los interrogatorios. Las ejecuciones y las torturas siempre fueron casos excepcionales y ejemplarizantes. Los tribunales establecidos en las Indias fueron aún más suaves. Por ejemplo en el de Cartagena de Indias, estudiado por Pablo Crespo, no se produjeron grandes autos de fe, ni se ejecutaron a centenares de personas. En general, las condenas fueron suaves y solo en algunos casos muy concretos de herejía persistente se condenó a los reos a pena de muerte. El objetivo de los inquisidores no era causar un daño extremo sino convertir a los herejes y supersticiosos en buenos cristianos, al tiempo que se enriquecían con las enjundiosas multas y confiscaciones que les imponían a los condenados.
2.-Solo actuaba como ya hemos dicho contra los bautizados.
3.-Si el condenado confesaba y abjuraba de sus prácticas paganas salvaba siempre la vida por eso condenó a la hoguera a poco más de 220 personas y otras 120 lo hicieron en estatua.
4.-Impidió que se reprodujesen en España las guerras de religión que tantas vidas humanas costó en Europa. Aunque desde luego el fin no justifica los medios podemos decir que la Inquisición, aunque utilizó la tortura y la hoguera, supuso un ahorro de vidas humanas.

En definitiva la Inquisición es repudiable por los métodos que utilizaba pero también debemos reconocer que se ha exagerado bastante su actuación sobre todo a raíz de la difusión de la llamada “Leyenda Negra” contra España.
La institución fue suprimida finalmente en 1813 por las Cortes de Cádiz. Tras la llegada en 1814 de Fernando VII al poder restituyó el Santo Tribunal que fue definitivamente abolido en 1834, durante la regencia de María Cristina.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
Contreras Contreras, Jaime, Historia de la Inquisición Española (1478-1834), Madrid, Arco libros, 1997.
Crespo Vargas, Pablo L., La Inquisición española y las supersticiones en el Caribe hispano, siglo XVII, Lajas (Puerto Rico), Editorial Akelarre, 2013.
Kamen, Henry, La inquisición española, Barcelona, Crítica, 1987.
Llorca, Bernardino, La inquisición española, Barcelona, Sarpe, 1986.
Schäfer, Ernest H. J., Protestantismo español e inquisición en el siglo XVI, vol. 1. (Traducción e introducción de Francisco Ruiz de Pablos), Sevilla, CIMPE, 2015.
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